Extracción prenatal de calostro

El calostro es la primera leche, tiene una composición específica (comparado con la leche madura tiene mayor cantidad de proteínas, vitaminas liposolubles y minerales, además de altos niveles de anticuerpos y glóbulos blancos) y es lo más beneficioso para nuestro bebé al nacer. De hecho compensa la poca cantidad que se produce con la increíble calidad de su composición, es por ello que es conocido como oro líquido (y no sólo por su color 😉

Desde hace unos años se empieza a escuchar la moda de extraerse calostro antes del parto y congelarlo por si luego se necesita. Debo reconocer que a pesar de que existen casuísticas en que lo recomendaría (las detallo más adelante), esta práctica puede generar mucho estrés en mujeres a quienes se les dice que “deben” hacerlo por el bien de su bebé, cuando en realidad lo fisiológico es iniciar la lactancia en el momento del nacimiento y no antes.

A pesar de que desde la semana 32 ya se podría extraer el calostro manualmente, a menudo intentarlo comporta frustración, ya que no tiene relación la cantidad que puedas extraer antes del parto con la que tu bebé pueda obtener mamando. Por otro lado, la extracción manual antes de parir puede ser incómoda y molesta para la madre.

A nivel práctico, en los hospitales prefieren que a los recién nacidos no se les dé nada traído de fuera mientras estén ingresados allí. Evidentemente el bebé tomará teta y si hay que suplementar, la primera opción es con leche materna extraída allí mismo o leche de fórmula ya preparada que facilita el hospital. No puedes traer tu propia leche materna ni de fórmula puesto que es su responsabilidad que esté en buen estado o que se haya preparado correctamente.

Por otro lado, si el bebé no pudiera mamar directamente (porque está ingresado, porque no tiene fuerza de succión o por lo que fuera) lo mejor es realizar las extracciones de calostro directamente en el hospital para estimular la producción de leche materna. Si le das algo que te extraíste con anterioridad no te sacarás lo que necesite en ese justo momento.

Sabiendo todo ello, hay ocasiones en que una decida disponer de un banco de calostro. Los principales motivos serían:

● Bebé de bajo peso (CIR: Crecimiento intrauterino retardado) o embarazo múltiple. En estos casos puede ser que el bebé sea poco demandante.
● Bebé que deberá ser ingresado al nacer debido a alguna patología.
● Casuísticas que puedan implicar una cierta hipogalactia por lo que una estimulación temprana pudiera proporcionar un mayor rendimiento de la glándula mamaria (ovario poliquístico, reducción mamaria, hipoplasia mamaria…)

Para ello lo mejor es realizar la extracción manual con la técnica de Marmet y obtener las gotas de calostro en una cucharita para luego aspirarlas con la jeringuilla o directamente aspirarlas con dicha jeringuilla (las de insulina son las que van mejor). Una vez extraída la leche la congelaremos en la misma jeringuilla.

Técnica de Marmet:
Esta técnica de extracción manual consta de dos partes (que se deben respetar), la primera consiste en preparar el pecho masajeándolo y la segunda en los movimientos para extraer la leche.

 

No estaría indicada la obtención prenatal de calostro sólo en caso de que sintieras contracciones antes de la semana 37 o tuvieras manchados vaginales después de la extracción.

El masaje del pecho sirve para estimular y facilitar el reflejo de eyección de la leche materna y tiene tres fases:

1) Realiza masajes circulares con los dedos en un mismo punto de la mama durante unos segundos (por detrás de la aureola) haciendo presión hacia las costillas y sin deslizar los dedos por la piel. Ves repitiendo estos movimientos en distintos puntos de la mama dirigiéndote hacia el pezón.

2) Acaricia y desliza los dedos por el pecho desde arriba hacia el pezón.

3) Inclínatee hacia delante para facilitar que la gravedad ayude a la extracción de la leche y sacude ligeramente la mama.

Los movimientos para la extracción son los siguientes:

1) Coloca el pulgar a unos 4cm por encima del pezón y el dedo índice a unos 4cm por debajo (como si hicieras una “C” con la mano, sujetando la mama.)

2) Empuja el pecho hacia atrás (hacia las costillas) no abriendo los dedos.

3) Cierra los dedos pulgar e índice comprimiéndolos.

4) Arrastra los dedos hacia fuera, evitando pellizcar el pezón.

Dichos movimientos deben realizarse alrededor de toda la mama puesto que las glándulas mamarias están distribuidas por todo el pecho.